Regresando a México

Saliendo de Barranquilla

Llegando a Bogotá

El Iztaccíhuatl y el Popocatépetl (Saliendo de México)

Contigo

Porque contigo puedo esperar el alba.
Porque nuestros ojos no se quieren dejar de mirar.
Porque nunca me canso de recorrer tu cuerpo, de buscar tus besos como colibrí.
Porque a pesar de mis ausencias y de tu caprichoso amor, estamos juntos.
Porque caminamos cada quien con su vida, enlazadados en la nostalgia por volver a sentir nuestras caricias.

Porque no te gusta la poesía a pesar de ser el motivo que genera mis palabras.
Porque te ríes con esa inocencia que me contagia.
Porque contigo se me olvida la novela más querida, se pierden mis recomendaciones literarias al observar tus ricos labios, divino lugar donde se posan mis anhelos.

Porque contigo es posible soportar este inclemente frío, y haces que la temperatura de mi cama cobije a la ciudad entera.

Porque de ti no sé más de lo que me quieres regalar y yo lo recibo agradecido a un dios que no comprendo.

Porque tus manos caben en las mías y tu boca en mis besos más cachondos.
Porque te sabes deseada y brillas en cada una de mis miradas, hasta enceguecerme todo.

Porque despiertas de tu sueño más profundo, pidiéndome más cuando mis manos atrevidas han desafiado las tormentas y maremotos de tu oceano cuerpo.

Porque tengo miedo que mi amor me haga decir algo que distorcione todo, ruego por la la palabra precisa, que te presente con la exactitud de la sencillez, y muestre porqué estoy felizmente naufragando en tu bello mundo  de pasión y de ternura,.

-jm

Rescate

Ven arrópame una vez más amor, rescátame de este frío.

Poco a poco fuimos diluyendo el frío
tu piel suave
las caricias de mis manos que a pasos lentos
te recorrían sin dejar nada afuera
tus besos profundos y provocadores
como los sueños donde se llevan a cabo todas las fantasías.

Comenzó a hacer calor
y las cobijas que al principio nos abrazaron
dejaron de ser útiles
era suficiente el contacto de nuestros cuerpos
para derribar el frío
nos olvidamos de todo
llegamos a ser un solo ser convertido en fogata
mientras nuestra ciudad
inclemente azotaba sus callejones
hasta dejarlos como laberintos congelados solitarios...

-jm

Ébano

Y desaparecí entre los brazos de África, para deleitarme con la gula de la exhuberancia,
probé el sabor del color negro, nadé en las profundas aguas del ébano. Ahora entiendo la inmensa
extensión de tus caderas, a esa diminuta cintura que hacen que la curva de ellas sea un espectáculo divino.  Qué las formas de tu cuerpo tengan la simetría para hacer los conjuros a los dioses africanos del placer y la lujuria, el rezo pagano que genera ese pequeño instante donde dejamos de ser nosotros mismos para mezclarnos con el universo.

Astrónomo

Ella volvía de vez en vez a la barra y yo la esperaba cómo el astrónomo espera a su cometa, al eclipse que le permite admirar los sutiles detalles de la belleza. Su cuerpo era una cascada de curvas cuya sensualidad era tan contundente que se dejaba sentir a 2 metros de su cercanía. La cadencia de sus pasos que transportaba ese monumento del eros venía acompañado de una sonrisa que transformaba su rostro con la tersura con que los copos de nieve tapiza la superficie de la llanura...

-jm

Shock

¿Eres de Cali?, le pregunté. Si, me respondió un poco sorprendida, Y al voltearme a ver, su mirada de ensueño me dejó indefenso. Mantuve la ecuanimidad como pude y antes de que fuera evidente la expresión estúpida ante el asombro, alcancé a contestar: Qué chicas tan bellas tiene Cali. Entonces, redirigi mi vista y continué mi camino, donde aun alcancé a escuchar: muchas gracias.

-jm