Cuando la fotografía es un poema, cuando la fantasía revolotea en
suaves aleteos las mentes del despertar adolescente, y la gracia de la
sensualidad lo envuelve todo, encubriendo finamente el deseo, el
terror, la angustia, la envidia, los celos, y finalmente la tragedia.
Entonces uno sabe que ha visto: ¨Seducción: la inocencia no se pierde,
se entrega¨(Cracks su nombre original) una obra maestra de Jordan
Scott.
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