En 1973 arribamos en avioneta al selvático Tila Chiapas. Mi padre era
Inspector Federal de Educación Primaria y tenía como cometido combatir
la venta de plazas de maestros que se hacía por esa región. Para
vergüenza de México la venta de plazas, ahora se practica es casi todo
el País. La única manera acceder a Tila era en avioneta, que por
cierto eran de carga, así que entre costales de café, llegamos al
lugar donde viví una de las épocas más felices de mi vida ... Todo era
nadar, caminar entre la montaña, comer frutas en la selva, colgarnos
de los bejucos, torear toros cebues y pelearnos con los monos
zaraguatos. Tila lucía así en los 40's y así recuerdo las afueras del
pueblo cuando estuvimos ahí. Al fondo se puede apreciar la mítica
montaña ajkabalná.
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