19 de Octubre 2004
Granada, España
Fotografía:jm.
Al fin!! En la famosa Alhambra. No resisto las ganas por entrar al palacio pero tengo que esperar hasta las 3:00 PM y son apenas las 12:00 AM.
Mientras tanto me reconforta ver un Poema de Borges que describe la Alhambra en su propia entrada. Y en su lectura me regocijo.
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Grata la voz del agua.
A quien abrumaron negras arenas.
Grato a la mano cóncava.
El mármol circular de la columna.
Gratos los finos laberintos del agua.
Entre los limoneros.
Grata la música del Zejel.
Grato el amor y grata la plegaria.
Dirigida a un Dios que está sólo.
Vano ser el mejor.
Grato sentir.
Presentir rey doliente.
Que tus dulzuras son adioses.
Que te será negada la llave.
Que la cruz del infiel borrará la luna.
Que la tarde que miras es la última.
Jorge Luis Borges, Granada, 1976.
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Entre los turistas soy el único que carga dos cámaras a la vez y frenéticamene hace tomas con una y otra cámara. La gente voltea a verme y se dice algo entre sí. Este guey esta loco-- han de pensar. Me vale madre. Al fin estoy aqui!!
Fotografía:jm.
Es increíble todo esto, ante cada parpadeo se ve distinto el mismo lugar. ¿Cómo lograron encerrar el infinito en todos estos recovecos?--me pregunto.
Me confundo y no sé si ya tomé fotos de lo que me parecen nuevos patrones así que para no fallar vuelvo a capturar la imagen rezando para que los rollos me alcancen.
Camino una y otra vez por las mismas salas, regreso a contracorriente entre los demas turistas esperando disfrutar una vez más lo apenas visto. --No me van a creer todo esto. ¿Cómo lo voy a contar?--
En esas repeticiones sin cesar el tiempo me traiciona y se hace tarde. Después de una hora en que me quedé embelezado en la sala de los Leones, tomo la decisión de no salir hasta que me corran o hasta que de plano no se vea nada. Y así es, después de compartir comentarios sobre la película de Frida Kalho el guardian amablemente me dijo que tenia que cerrar.
Mientras salia de la Alhambra y pensando en la envidia que me daba Washington Irving, me doy cuenta que una pierna comienza a molestarme más de la cuenta. Sabía que me había excedido con la caminata y para colmo pierdo mi autobus de regreso a Sevilla. El próximo autobus sale a las 3 de la mañana. No importa pienso, es una experiencia inolvidable. Solo espero no pagar muy caro el exceso.
-jm