Thursday, October 25, 2012

Concepción del Oro, Zacatecas.

El camino fue largo. Nosotros llorabamos en distintos intervalos pasándonos el turno entre los cuatro. Dejábamos atrás a nuestros amigos, al Tyumbulux y a las aventuras en la jungla Chiapaneca. Mi Papá como podía trataba de consolarnos, nos decía que en el semidesierto Zacatecano ibamos a cazar correcaminos, codornices, cotuchas, conejos y a escuchar el sonido del cascabel de las víboras. Pero para nosotros estos eran cuentos de niños después de haber escalado cascadas, pelearnos a pedradas con moros zaraguatos, nadar en ríos caudalosos, probar el sabor exótico de las frutas de la selva e imaginarnos serpientes de varios metros, ¿Qué podría competir con todo esto?

 De repente mi padre dijo:"Concepción del Oro, Zacatecas, se llama así porque las calles son de oro".

Y entonces como arte de magía nuestros oídos pusieron atención a lo que dijera sobre ese metal de color dorado.

Mi Papá prosiguió: "Las cúpulas de la Iglesia son de oro, sobre ciertos ángulos las casas brillan con la luz del sol porque es tal la abundancia de oro, que cuando se construyen los ladrillos quedán pequeñas partículas de oro dentro del ladrillo.

Es más- Dijo mi Papá -Si se ponen listos y mientras caminan  ven el suelo con cuidado, en él podrán encontrar pepitas de oro y juntar tantas que se harán ricos rápidamente. Solo tengan cuidado de no confundirlo con el "oro de los tontos": el hierro pirita que Dios hizo para distinguir a sus hijos más abuzados.


Y asi fué como dejamos poco a poco el paraíso de la verde selva (no sin dejarlo de añorar hoy todavía) por la búsqueda de oro en el semidesierto con su sol quemante y su escasez de agua. Por la búsqueda frenética  de "riscos" (piedras con minerales) en las minas abandonadas, por los rezos para acceder a las "relaciones" (dinero enterrado) de los difuntos, por los mitos y los "fantasmas", y los "tiros" (accesos y respiraderos verticales a las minas) donde había muchas "almas" en pena, cambiando su fortuna en oro por misas para que su "espíritu" descansara; por los rezos nostálgicos a los seres que le habían ofrendado su vida a las mina, en un pueblo minero cuya luz en la noche es una vela que le roba diminutas pinceladas de claridad a una oscuridad inabordable.

-jm