Casi me pierdo el concierto. Por raro que parezca a ninguno de mis cuates les latía ir. Y bajo el dogma de que ir a un concierto debe tener un trasfondo social, mi mente iba y venia pensando quien me podía acompañar. En fin, pasaba el tiempo y nada que compraba el boleto. Llego el día y yo no tenía boleto, el concierto era a las 8:30 y apenas salía del trabajo a las 7:15. Un último impulso me dijo que no me lo podía perder, lo más dificil había sido traer el espectáculo desde la vieja Inglaterra y yo por unos cuanto kilómetros no me lo podía perder. A las 8:00 compré el boleto en un Mixup de la zona rosa, había que trasladarse al lugar del evento que me llevaría una hora.
Al fin llegue al concierto, una canción tarde pero valió la pena, la velada estuvo de lujo, música conceptual, la gente cantana todas las canciones, era increible escuchar el coro de todos, la cumbre llegó cuando cantó "Cómo me gustaría que estuvieras aquí" se encendieron miles de luces-encendedor y fuí testigo del ciclo 3 global en un sistema dinámico caótico, el público había llegado a sincronizar tres iluminaciones a partir de una interacción caótica entre ellos. Habría aún más, la clásica imágen canción, esos videos que parecen haberse creado a la par de la canción mandaban mensajes sin ton ni son, y esas colas como de 15 personas en cada mijitorio de los 20 mijitorios que tenía el baño al que fui en el intermedio, nos hacía sin saberlo parte de un video de Pink Floyd, un ejército de almas, caminando paulatinamente de manera marcial hacia un único objetivo: orinar. Cuanta gente dios mio! Cómo es posible que pueda convivir tanta gente. La nobleza de Water dio una canción más de despedida, había cantado por 3:15 Hrs., la gente como siempre quería más y en esa negociación del final, se fue el tiempo y el servicio del metro se daba por concluido, las combis querían hacer su agosto cobrando 30 pesos por persona, los taxis 200 a la Condesa, decidí caminar como todo el ejército de hormigas que formabamos una columna humana sobre el viaducto. Más adelante, por suerte me colgue de una Combi que me acerco al metro Chabacano, después bajo la solidaridad que brindo el concierto varios desconcidos decidimos conocernos y tomar un taxi en comunidad hasta la Condesa.
Llegue a dormir, hoy estoy en el trabajo y aún tengo el grato sabor de un gran concierto, ojalá hubiera muchos como ese, eso terminaría por converncerme de que la ciudad es habitable y a nadie le importaria un poco más de plomo en la sangre con tal de vivir momentos que llenan al corazón y al alma ....
(Foro del Sol, Ciudad Deportiva, Tenochtitlan, 20 de Marzo del 2002)
-jm
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