Tuesday, April 29, 2008

Misterio

La danza de las palabras comienza y durante su baile se forman las frases. ¿Cuál de ellas me dirá quien eres y cómo eres? ¿En que esdrújula o pronombre viene la clave de tu identidad? El misterio me abraza y me excita, mientras tanto busco las formas de tus ideas en los inumerables patrones de la escritura. Me das otra pista, puedo escuchar tu voz y ahora tengo el sonido como cómplice, pero no es suficiente. Sin embargo, mientras lees esto, ya tengo tu apariencia física y el misterio se disipa a través de tu mirada...

-jm

Friday, April 11, 2008

Cormac McCarthy

¿En que difiere el nunca será del nunca fue?
Cormac McCarthy, La carretera.


A través de la ventanilla del ¨Shuttle¨ iba admirando los colores ocres del desierto de Nuevo México. Sus grandes extensiones de cielo donde cada minuto se ven estelas de humo que los ¨jets¨ dejan como gises en ese gran pizarrón azul. Mientras nos acercábamos a la ciudad de Santa Fe comencé a reconocer los bosques de pinos-piñoneros, pinos chaparritos que rivalizan con los Alamos por darle un tono verde al semidesierto. Había salido de mi casa en la ciudad de México a las 5 de la mañana y estaba arribando al Instituto de Santa Fe a las 5:30 de la tarde. Al ingresar al Instituto lo primero que encontré fueron los ojos negros y alegres de Patrisia, quién gritó mi nombre y acudió a mi encuentro.

¿Vas llegando de México? ¿Ya comiste? Dejame decirle al Dr. Fuentes que ya estas aquí y mientras llega voy a la cocina a traerte algo de comer. -me dice

Estoy emocionado por la amabilidad de Patrisia y de que me haya tocado el mismo cubículo de mi estancia anterior, un cubículo con una bella vista hacia el valle donde al final y en medio de la bruma, se presume están Los Alamos, ciudad que sólo confirma su posición durante las noches.

Antes de conocerlo, Della ya me había comentado que esta vez en Santa Fe se encontraba un gran escritor que acababa de ganar el premio Pulitzer. No fui conciente del hecho, era tan lejano para mi pensar en literatura en medio del ambiente de Santa Fe, en donde mi cabeza daba vueltas en decidir la generación adecuada para emular condiciones triangulares en la frontera. Por esta razón, no reparé mucho en la noticia, actitud fortalecida por mi ignorancia en la literatura en lengua inglesa y por lo que representaba el premio Pulitzer.

Cuando lo ví supe que se trataba de él, se encontraba en la biblioteca tecleando en una máquina de escribir Olivetti. Como forma de saludo elogié su máquina con una frase de inglés de secundaria ¨It is a nice Machine¨, frase que tuvo como respuesta una sonrisa divertida y complaciente.

Cuando mis amigos me insisten en que les de detalles de mi encuentro con Cormarc McCarthy, me dan ganas de mentir, de contarles sobre nuestras estimulantes discusiones sobre el país de enmedio, sobre las ciudades de nadie, de cómo ha evolucionado la región fronteriza, de que fue lo que lo llevó a crear sus historias inspirado en la región que divide a México de los EU; pero no lo hago y me quedo pensando en el destiempo, en lo enriquecedor que hubiera sido haber conocido la obra de McCarthy antes de encontrarlo, en mi delirante ignorancia.

Ahora que me estoy deleitando leyendo su obra, y que comienzo a coleccionar las preguntas del destiempo, cada vez que surge una nueva inquietud me concentro en ella, porque tengo la seguridad de que cuando repienso la pregunta, a él le zumban los oidos, y comienza a pensar en la respuesta...


-jm