Crecimiento Dendrítico

Fotografía: jm


Mi límite es solo dar un paso a la vez,
pero cada dos intervalos y de forma periódica,
mi universo me brinda hoyos negros,
ellos me transportan a otros sitios,
donde corro otra vez con un solo paso.
La dirección es aleatoria,
unas veces hacia la izquierda y otras hacia la diestra.
Somos miles los que hacemos esto al mismo tiempo,
hasta que nos pegamos a la expansión de nuestra galaxia,
al patrón de nucleación formado por nuestros cuerpos,
mismo que dejará de crecer,
cuando estemos adheridos todos!

Espiral

Fotografía: jm


Doy vueltas sin remedio,
convenciéndome de que todo es lo mismo y es distinto,
que desde que comenzó el primer giro,
esa pauta de 137 grados y otras constantes,
que me han hecho marearme sin retorno,
marcar mis tropiezos uno a otro.
Espiral le llaman a esas ganas de rodearnos a nosotros mismos,
a ese tumbao que nos hace repetirnos,
sin volver jamás.
A ese merodear el espacio para cubrirlo todo.
-jm

Burlando al tiempo

Fotografía: jm



Medellín Colombia
19 Julio, 2011

En esta ciudad todos luchan por recortar tiempo y ahorrar dinero al viajar, las motocicletas son el vehículo mayoritario en Medellín, y se lanza la gente en sus vehículos de dos llantas a ganarle los espacios a los carros, a enfrentarse con su cuerpo a los camiones de carga y meterse en los espacios cerrados, como peces que se escabullen para llegar antes que ellos al centro de la ciudad, todo es subrealista los choques eminentes se disipan, pero no todo mundo sale ileso, tratar de engañar al tiempo cobra la osadía, y hay quienes ofrecen su alma por el rito diario de llegar al centro de Medellín y regresar a casa en un constante reto a la muerte, en esta ciudad que dios bendijo con montañas verdes y con bellísimas mujeres!...

Calison

Calison
Bucaramanga, Colombia, Julio 2011.

La estuve observando y entonces entendí lo que me habían comentando
Carlos y Adriana. Ella parecía flotar mientras bailaba, se movía de un
lado a otro de la pista con una cadencia capaz de
perturbar al mismo san Francisco de Asis. Me estuve dando valor para
atreverme a sacarla a bailar. Pero no fue hasta que Baco me embrujó,
para mandarme hasta sus pies y pedírselo. El
milagro se hizo: ella aceptó. Sin saber cómo, comencé a flotar junto
con ella y me envolví en esa cadencia donde su
movimiento me seguía como el agua al cauce. La pieza terminó, la dejé en su lugar.Como sonámbulo regrese a mi mesa, Carlos me dice: Manuel que bárbaro bailaste a la reina del salón, estas en las grandes ligas ¿Cómo le hiciste? no sé, -respondí- creo que Dios me lo permitió para que no le reproche la existencia de la muerte.

-jm

Callejón de bolaños

Ya nos lo habían advertido, pero era imposible prescindir de la magia subrealista del cine en el contexto del pueblo minero de Concepción del Oro, Zacatecas. Así que ese día que pasaban una película de Roberto Carlos decidimos ir a uno de nuestros pasatiempos favoritos. Teníamos muy bien calculado el tiempo, sería muy difícil que no atrevesáramos al callejón de Bolaños antes de las 11pm, hora en que cualquiera que lo hiciera desaparecería de esta dimensión para irse a dimensiones desconocidas. Doña Pera nos lo dijo una y otra vez, mientras nos contaba sus cuentos de espantos y de ánimas que se aparecían en Concha, relatos que nos tenían el alma en vilo cuando regresábamos ya noche a nuestras casas. Pero ese día de la película, cinco fallas del cácaro hicieron que pasara lo improbable, así que por más que corrimos y corrimos no logramos llegar al famoso callejón antes de las 11pm. Los tres nos quedamos paralizados sin decidir dar un paso enfrente estando a cinco centímetros en la orilla donde desapareceríamos para siempre. Así que comenzamos a sentir una angustia que nos llevó a tomar una acción desesperada, convenimos que poco a poco yo iría metiendo mi cuerpo al lugar maldito mientras mi hermanos me tendrían agarrado para que no pediera vínculo con la dimensión donde vivíamos, fui metiendo poco a poco mi pie, y mis hermanos me preguntaban que sentía, que si aún mi pie seguía conmigo, les decía que si, sin embargo a veces el terror me vencía y regresaba al punto de partida, para reiniciar otra vez el esfuerzo que habíamos acordado hacer, en uno de esos intentos mi pie por fin logró tocar el suelo, y comencé a pasar el resto de mi cuerpo hasta estar totalmente del otro lado… No supimos que pasó, pero logramos pasar sin que sucediera nada, algo nos decia que Dios nos había ayudado por esta ocasión, pero jamás de los jamases volvimos a pasar por el callejón después de las 11pm, preferimos en su caso no ver la película hasta el final.

-jm

Durmiendo a una amiga

Déjame cuidar tu sueño con el susurro del Abeto,
déjame verte cerrar los ojos,
y que sientas la confianza de dormir a plenitud.
Déjame enseñarte a respirar la tranquilidad del silencio,
déjame guiar tus sueños en los parajes más deseados,
Arroparte para que el frío no te perturbe,
y que te sientas protegida al iniciar tu viaje
... bajo la sombra mágica de esta noche .

Patterns are everywhere

Fotografía: jm

Tu azar,
el laberinto de tu estructura desafía toda geometría,
como un conjuro que reta a los matemáticos a desentrañar lo insólito,
a la red con que recuperas el agua del desierto,
y que muestras al mundo cuando ya fatigada, decides descansar.
Siempre es un misterio entender como succionas alimentos en los condiciones más extremas,
y uno se pregunta si eso tiene que ver con tu belleza,
si forma y significado se abrazan para poderlo todo,
no me canso de ver tu impecable malla de conexiones,
siento que tienes algo que decir,
un secreto si te contemplo para siempre,
pero me tengo que ir,
la noche acecha,
y unas gotas frias caen sobre mi espalda...

Reflexiones desde el desamparo

Fotografía: jm


¿En cual de mis pasos el universo se vino abajo? ¿Porqué sin saberlo el cosmos me hizo sentir el más frágil de sus hijos?, mientras caía en el abismo de la soledad, con el severo castigo de no volver a mirar tus ojos, ni a esa sonrisa que siempre me cautivó. Me sentí crucificado sin verdugos, ni gente que me vitoreara, solo sujeto a una cruz de donde veía al paraíso que antes había tenido, testigo único de mi propio calvario. Quise redimirme, escudriñar cada una de mis ideas, cada una de las lecciones que aprendí de mis lecturas. ¿En qué momento fallé? me pregunto hasta el cansancio, ¿Qué interpreté mal? ¿Qué falacia me trajo aquí? pero sólo silencio obtengo por respuesta, como un murmullo sordo e imbatible que me condena a ignorarlo todo para siempre.

Cuentos de Fábula

No lo voy a negar,
me hubiera encantado vivir en la Edad Media,
en medio de los bosques de neblina en la Bretaña,
en los castillos de Galia,
o en las iglesias de los valles de la gran Toscana.
Si, ser guerrero, cabalgar con el símbolo de la legión,
leer la biblia a escondidas,
y todos los libros prohibidos,
escudriñar el latin para conocer los secretos del mundo,
hacer el amor a escondidas,
con una mujer cuyo paraíso esconde debajo de su túnica,
como el misterio más grande de la creación.
Escuchar los murmullos de las hojas y de la gente,
deleitarme con sus cuentos de fábula y de terror,
e ir a buscar a mi princesa,
y salvarla del dragón que la tiene prisionera.

Volutas

Veo como las volutas de humo toman formas caprichosas, impredecibles. Volutas como mi vida, deterministas en el siguiente paso, pero indecidibles en el tiempo. Es un placer fumar de mi pipa, sentir la mezcla de tabaco en mi paladar, y la fragancia de color cafe claro y oscuro que se disipa en mi estudio, pero me intriga el fantasma aleatorio que me susurra al oido para advertirme del incierto y fascinante futuro.

Savia belleza

Amo el color ocre del semidesierto,
su discreta fauna,
la complicidad entre la piel animal y la textura de la flora,
la suavidad con la que cambia sus colores,
y esa sed,
esa imperiosa necesidad,
que nos lleva a las preocupaciones de supervivencia,
a valorar las gotas de agua que lograron mantenerse el los recovecos de la roca,
para saciarnos,
para sentir la a frescura como la más maravillosa de las sensaciones,
y ver como aquí no se quiebra nadie,
aunque el sol intente pulverizarnos con sus explosiones nucleares.
Amo su aparente inhospitalidad,
y ver como brota de su austero ambiente,
tu figura, tu sonrisa, tus ojos penetrantes, bella mujer,
esplendor y belleza construidas con la savia de este seco y agobiante suelo…