La hiriente indiferencia

Dos a la cero da 1, dos a la 1 da 2, dos a la 2 da cuatro restándole dos a la cero da tres, dos a la dos da 4, dos a la dos sumándole dos a la cero da 5, dos a la …6840, 6840, sesenta y ocho, cuarenta?,…, mmm, me pareció familiar ese entero y entonces veo la placa que lo contiene -si creo que son las placas de su carro-, inmediatamente volteó a ver el carro y confirmo mi sospecha, y entonces siento que estuve siendo examinado por algunos instantes, mi vista busca el interior del carro y la veo observándome, trato de acercarme pero su sonrisa forzada me lo prohibió, le sonreí, la saludé, pero ella no cambio su actitud, y entonces sentí el desprecio de su indiferencia y me dí cuenta que la había perdido para siempre.