Una familia va rumbo a Villa Hidalgo Jalisco, y quiere tomar un atajo. Cierto temor los hace hablar por celular para asegurarse que no cometerán un error.
-¿Oye hermano, que tan seguro es si me voy a Villa Hidalgo por Tapias Viejas?
-No te preocupes, esa parte del territorio de Jalisco y Aguascalientes es del Chapo Guzmán, así que vete sin cuidado.
-jm
Sunday, December 25, 2011
Friday, December 09, 2011
Memorias de la Quinta Restaumex V
Queríamos romper el récord que habían establecido los compañeros de ¨Cuauhtémoc¨ con tres primeros lugares consecutivos en el aseo de su habitación. La semana pasada acabábamos de igualar su récord, así que una semana más y seríamos la nueva marca. Era jueves, vísperas del viernes el último día, y como bien sabíamos, los compañeros que eran inspectores pasarían a la 1pm a revisar nuestros aposentos, así que había que dejar todo limpio y ordenado antes de irnos a la escuela, pues todos regresábamos de clases después de las 2pm. "Cuitláhuac" nuestro espacio en la Quinta, como el resto de las habitaciones de los estudiantes, consistía de una recámara, un baño y un cuarto de estudio. Así que nos dividimos el aseo entre Goyo, Juan y yo. Y acordamos hacerlo al siguiente día muy temprano. Logramos levantarnos y hacer lo que debíamos pero de todos modos no había certeza de que hubiéramos ganado, pues la competencia era de toda la semana para todas las habitaciones de los estudiantes de la Quinta, y además la semana pasada tanto los compañeros de "Tezozómoc", como los compañeros de "Itzcóatl" estuvieron cerca de ganarnos la presea. Así que ese domingo bajamos con zozobra e inquietos a la biblioteca de la casa principal donde se llevaban a cabo nuestras juntas. Rosemary comenzó a tratar los puntos de esa reunión, el penúltimo tema era la nueva asignación de las tareas que tenían que ver con un servicio a toda la comunidad, como era, el preparar los desayunos, las comidas y las cenas. Al final el tema eran dar a conocer los resultados de la habitación mejor aseada y ordenada de la Quinta de esa semana y premiar al ganador. Rosemary entonces, después de dar la puntuación de la mayoría de las habitaciones, dejo al final a dos de ellas una de las cuales éramos nosotros. Entonces, Mami se levanta y dice: esta semana la habitación que ganó el primer lugar fue…
Thursday, December 08, 2011
Memorias de la Quinta Restaumex IV
Fotografía: Cortesía de Martha Hernández
La temperatura seguía bajando, todos estábamos atentos a la radio para escuchar la noticias del clima, ya llevábamos 4 días invernando, solo saliendo de nuestras habitaciones para ir a comer y hacer nuestra media hora, de cada litera hicimos un pequeño invernadero, con cobijas que rodeaban nuestra cama y un foco adentro, todos esos días las nubes se estuvieron paseando a ras del suelo, formando una neblina tan espesa que solo nos veíamos a un metro de distancia. Era tanto el frío que las escuelas habían suspendido las clases. Entonces recordé cuando al llegar a la Quinta, Rosemary me dió cuatro cobijas, un juego de sábanas, mi almohada y su funda, todas estas etiquetadas con ¨7B¨, a partir de ese momento yo era responsable de mis cobijas hasta el final del semestre. Me parecieron demasiadas cobijas, de modo que me atreví a decirle:
¨no se moleste Rosemary, solo deme dos cobijas¨.
¨no, vas a necesitar todas las que te estoy dando.¨ - me dijo
Qué razón tenía! Al quinto día una luz radiante entró por la ventana de nuestra recámara, todos alegres pensamos que por fin el sol había salido, pero cuando abrimos la puerta nos dimos cuenta que todo estaba cubierto de nieve!, la primera vez que veía nevar en mi vida! Era común ver gente tomarse fotos en la Quinta, pero ese día medio Saltillo se volcó a tomarse fotos en la Quinta que se había vestido de blanco.
-jm
La temperatura seguía bajando, todos estábamos atentos a la radio para escuchar la noticias del clima, ya llevábamos 4 días invernando, solo saliendo de nuestras habitaciones para ir a comer y hacer nuestra media hora, de cada litera hicimos un pequeño invernadero, con cobijas que rodeaban nuestra cama y un foco adentro, todos esos días las nubes se estuvieron paseando a ras del suelo, formando una neblina tan espesa que solo nos veíamos a un metro de distancia. Era tanto el frío que las escuelas habían suspendido las clases. Entonces recordé cuando al llegar a la Quinta, Rosemary me dió cuatro cobijas, un juego de sábanas, mi almohada y su funda, todas estas etiquetadas con ¨7B¨, a partir de ese momento yo era responsable de mis cobijas hasta el final del semestre. Me parecieron demasiadas cobijas, de modo que me atreví a decirle:
¨no se moleste Rosemary, solo deme dos cobijas¨.
¨no, vas a necesitar todas las que te estoy dando.¨ - me dijo
Qué razón tenía! Al quinto día una luz radiante entró por la ventana de nuestra recámara, todos alegres pensamos que por fin el sol había salido, pero cuando abrimos la puerta nos dimos cuenta que todo estaba cubierto de nieve!, la primera vez que veía nevar en mi vida! Era común ver gente tomarse fotos en la Quinta, pero ese día medio Saltillo se volcó a tomarse fotos en la Quinta que se había vestido de blanco.
-jm
Memorias de la Quinta Restaumex III
Todos teníamos asignada una media hora, que consistía en hacer un quehacer para la casa y que iba desde arreglar el jardín, asear la cocina, asear el comedor, lavar los trastes, asear las zonas comunes, etc. Mi media hora el primer semestre consistió en darle alfalfa a los conejos, iba entonces a cortar la alfalfa en la misma Quinta y después se la llevaba a los ¨orejones¨, Humberto me asesoraba al principio, él como muchos estudiantes de la Quinta era alumno de la Narro, así que para todos ellos la Quinta se convertía en uno de los mejores lugares para hacer sus prácticas, ahí se sembraba alfalfa, acelgas, zanahorias, cebollas, ajos, maíz, frijol, calabazas, etc. Teníamos cochinos, borregos, conejos, chivos, etc. Y en un pequeño arroyo que pasaba por la quinta se hicieron varios estanques, donde se cultivaban peces. Después cambié mi media hora en apoyar a Rosemary en la parte administrativa de la Quinta: contabilizar las horas trabajadas por mis compañeros, la cuenta de sus llamadas telefónicas, sus medias horas, verificar que no debieran herramienta que habían solicitado para hacer sus trabajos y sus calificaciones. Era esencial tener aprobadas nuestras materias en las respectivas escuelas donde estudiábamos, si no era así, no tenía sentido nuestra estancia en la Quinta, su principal objetivo era apoyarnos para que siguiéramos estudiando.
-jm
-jm
Wednesday, December 07, 2011
Memorias de la Quinta Restaumex II
Recuerdo lo orgulloso que me sentía por vivir en la Quinta Restaumex, de contemplar esa casa señorial rodeada de árboles, y mientras regresaba de la Prepa Popular, cuando iba justo bajando por el cerro del pueblo, les señalaba a mis amigos la casa diciéndoles: ¿ves esa linda casa al fondo? Si, me decían: esta enorme y es muy bonita. Pues ahí yo vivo, les decía. Nadie me creía, y me tachaban de loco, pero yo me pavoneaba porque sabía que era cierto. Rosemary tuvo la bondad de compartirnos su paraíso, un hermoso lugar donde vivir y ganar nuestra manutención mientras estudiábamos, pero sobre todo nos dió un hogar. La mayoría que veníamos de nuestras pequeñas comunidades, enfrentábamos la soledad bajo el cobijo de toda la solidaridad y amor que se establecía en la Quinta. Por ejemplo, a cada quien se le festejaba su cumpleaños, y teníamos nuestro propio canto:
Hoy te deseamos ohh querido(a) Nombre,
Que en tu cumpleaños seas muy Feliz,
Dios te conserve sano(a) fuerte y bueno(a),
siempre cumpliendo con tu media hora.
-jm
Hoy te deseamos ohh querido(a) Nombre,
Que en tu cumpleaños seas muy Feliz,
Dios te conserve sano(a) fuerte y bueno(a),
siempre cumpliendo con tu media hora.
-jm
Memorias de la Quinta Restaumex I
Recuerdo que mi mamá y yo volteamos a ver el foquito que se encendía de verde, y que anunciaba que podíamos pasar. Cuando atravesamos
la puerta la gran sonrisa de Rosemary Olson nos dió tranquilidad y manifestaba que íbamos a ser escuchados con atención. Estaba solicitando ingresar al CER (Centro Estudiantil Restaumex) porque quería estudiar la preparatoria en Saltillo, a 600 km de donde vivía con mi familia: Jalpa, Zacatecas. Rosemary nos dijo las condiciones del ingreso y mi mamá y yo regresamos a casa con grandes esperanzas de que en la fecha de ese nuevo ciclo se nos notificaría que había sido aceptado. Fui aceptado en el CER y para mí representó en primer instancia la oportunidad de seguir estudiando, y después en mi segunda Alma Mater, el lugar que me enseño con detalles que la vida se gana, con un sueño en la mente y luchando. El CER además de ser un lugar lleno de amor, se trataba de una gran organización, se sentía que una gran inteligencia lo había concebido, aun recuerdo por ejemplo el código de morse con el que se nos llamaba (cada estudiante tenía asignado su propio código), el mío eran tres cortos y dos largos (...--), y como recorría ese sonido el gran terreno de la Quinta, mediante cables en cada una de nuestras habitaciones, y que cuando nos encontrábamos fuera de la zona residencial, el mensaje viajaba de voz en voz, mediante la cadena de jóvenes que éramos parte de la comunidad. Y siempre de alguna u otra manera alguien llegaba y le decía al dueño de la clave: te habla Mami (como le decíamos a Rosemary de cariño), creo que escuche tu timbre.
-jm
la puerta la gran sonrisa de Rosemary Olson nos dió tranquilidad y manifestaba que íbamos a ser escuchados con atención. Estaba solicitando ingresar al CER (Centro Estudiantil Restaumex) porque quería estudiar la preparatoria en Saltillo, a 600 km de donde vivía con mi familia: Jalpa, Zacatecas. Rosemary nos dijo las condiciones del ingreso y mi mamá y yo regresamos a casa con grandes esperanzas de que en la fecha de ese nuevo ciclo se nos notificaría que había sido aceptado. Fui aceptado en el CER y para mí representó en primer instancia la oportunidad de seguir estudiando, y después en mi segunda Alma Mater, el lugar que me enseño con detalles que la vida se gana, con un sueño en la mente y luchando. El CER además de ser un lugar lleno de amor, se trataba de una gran organización, se sentía que una gran inteligencia lo había concebido, aun recuerdo por ejemplo el código de morse con el que se nos llamaba (cada estudiante tenía asignado su propio código), el mío eran tres cortos y dos largos (...--), y como recorría ese sonido el gran terreno de la Quinta, mediante cables en cada una de nuestras habitaciones, y que cuando nos encontrábamos fuera de la zona residencial, el mensaje viajaba de voz en voz, mediante la cadena de jóvenes que éramos parte de la comunidad. Y siempre de alguna u otra manera alguien llegaba y le decía al dueño de la clave: te habla Mami (como le decíamos a Rosemary de cariño), creo que escuche tu timbre.
-jm
Friday, December 02, 2011
La trata de esclavos I
Ese barco quedó varado en Cabo Blanco donde muchos años antes, llegaría una de las expediciones del Infante Enrique, quién después de adueñarse del archipiélago de los Azores, de la isla de Madeira, de las islas canarias, y de circunnavegar la costa occidental de Africa en busca del Río du Ouro, que resultó ser una Bahía y no tener tanto oro, y que dejándola atrás llegó a las entrañas del mar verde de las tinieblas, dándose cuenta que el mar era igual de navegable, que el sol no se desprendía en pedazos incandescentes, arribó a un cabo de blancas arenas (el Cabo Blanco) donde terminó esa expedición. Los marineros regresaron a Portugal con nativos negros anazaghi como un presente para el principe Enrique, quién rápidamente se dió cuenta que si bien no habían regresado con tanto oro, habían vuelto con otra mercancía muy valiosa también: el oro negro. Una vez más el negocio de la trata de esclavos pero esta vez mayoritariamente negros, un negocio que venía de la mano con la ¨civilización¨ desde siempre, pero que tomaba un nuevo ímpetu, en esa hambre Europea del siglo XV por expandirse, por comerciar, por la conquista de nuevas tierras.
-jm
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