23 de Nov
Paris, Francia.
Llego en tren a la estación de y ya se encuentra ahi Stella esperándome. Decidí pasar a Paris a visitar a Stella y a Veronique antes de regresar a México. Stella me da un paseo por el centro de Paris y me lleva a un restaurante donde me comenta se come riquísimo... y donde más tarde nos alcanzará Veronique que llega desde Bourdeux.
Mientras Stella y yo esperabamos el servicio en el Restaurante, llega un monumento de mujer vestida de negro, --de veras un monumento--... y al pasar cerca de nosotros dice con esa alegria que da el ver un paisano en marte o en medio del Sahara. Ohh Castellano, que lindo volver a escuchar Castellano. Asi que con una sonrisa del tamaño del mundo voltea a vernos y nos dice--¿De donde son? Mi amiga es Francesa y yo Mexicano-- contesto. ¿Francesa? Pero que bien habla el Castellano! Gracias--contesta Stella. Yo soy Venezolana-- nos dice (entonces entiendo lo del monumento)
¿Y tu, estas de vacaciones? ¿Cuanto tiempo vas a estar aqui? -- me pregunta
Me voy pasado mañana -- contesto
Uhhy que lastima pero ¿Te la pasaste bien? --dice
Si me gusto mucho-- digo
Bueno pues mucho gusto -- nos dice y con un beso se despide y pasa a acupar una mesa donde la esperan unos amigos. Mientras como con mis lindas gueritas volteo de ves en cuando a ver el monumento. Mis gueras me preguntan-- ¿Guapa no? Si y muy agradable ---contesto. Los meseros también estan impresionados, -me comenta Veronique
Terminamos nuestra cena y partimos a casa haciendo un pequeño recorrido por Paris, Stella y Veronique me platican de calles, de los
barrios que hacen famosa a esta ciudad por sus escritores y artistas, de la ciudad universitaria, en fin de ... la Bohemia ciudad.
24 de Nov
Paris, Francia.
Al siguiente dia salimos rumbo al Palacio de Versalles como a las 11:00 AM. Veronique no puede compañarnos y Stella y yo emprendemos el paseo. Hermoso lugar pero llegan a mi dos sentimientos, primero me siento maravillado por el lugar y segundo, pinches reyes, cuanta soberbia!
Todo el dia nos la pasamos ahi, admirando los jardines del palacio, su arquitectura y poniendo al corriente nuestras vidas.
Para la noche Veronique prepara una gran cena, un delicioso Foies Grois y un rico guizado que no sé como se escribe. Hay Champagne y tenemos la compañia a nuestra querida Delphine. Fue una linda velada donde la mayor parte del tiempo se hablo de México y del regreso de ellas a Francia.
25 Nov
Paris, Francia.
Amanece y no deja de asombrarme la mexicana casa en que me encuentro. Stella y Veronique han coleccionado una enorme cantidad de objetos mexicanos con los que tienen decorada su casa, imágenes de la virgen de Guadalupe, papel picado, diablos hechos de cartón, lagartijas, calaveras, corazones, etc. Y hasta el gato que tienen es de nacionalidad mexicana.
Hoy parto hacia Madrid y solo espero a Veronique quien me dará un aventón al areopuerto. Todo bien, solo me mortifica el peso de libros que llevo, cada vez me convenzo de que no debe uno viajar con tanto libro, en fin. Llega Veronique y me ofrece queso para mi viaje y Champagne, me prepara un bocadillo del rico guizado de la noche anterior.
Mientras nos dirigimos al areopuerto me platica la experiencia de su viaje a México y a Guatemala, de como percibe a su gente, de su sentimiento por esas tierras, percibo en ella, a una observadora sensible e inteligente.
Mientras espero en el lugar de embarque me embarga la alegria de haber vuelto a ver a Stella y convivir con ella dos dias, también me alegra el regalo de una nueva amiga: Veronique. Me dejo impresionado su inteligencia y su erudicción, el buen Castellano que ahora fluye como magia por sus labios. --Pero, ¿Como aprendio tanto Castellano en este tiempo? si recuerdo que no hablaba nada en México-- releo la lista de libros y vinos que me recomienda... es increible la fuerza de la lengua en la comunicación pues aunque la vi en México varias veces hasta ahora pude ver su alma.
26 Nov
Madrid, España.
Areopuerto de Barajas.
Mientras espero mi salida para México, curioseo por las tiendas y en una de ellas veo a una chica.
No puede ser!! -- me digo.
¿A poco es la Venezolana que vi en el restaurant de Paris?. Ala!, Quetzalcoatl!, Tlaloc!, Dios!, gracias por esto. Me acerco y le pregunto ¿A poco tu eres la Venezolana que conoci hace tres dias en Paris? Voltea y cuando la veo ya tengo la respuesta a mi pregunta
No, yo no estuve en Francia, pero también soy Venezolana-- me dice
Que buena onda! ¿Pues que comen que todas estan bellas y esculturales?--le digo.
se rie-- Nada, lo normal-- contesta.
Que chevere que me hayas confundido con otra Venezolana.-- me dice.
Si juraba que eras ella, tienen una figura muy parecida-- le digo.
Asi que no fuiste a Francia, a ¿donde fuiste?-- le pregunto.
Fui a Italia-- contesta.
¿Ah si? ¿Y que tal Italia? -- pregunto.
Encantador, chevere, una maravilla, mira traigo unas fotos ¿las quieres ver?-- me contesta,
Claro vamos a verlas! -- le digo.
Entonces buscamos un lugar para sentarnos, me muestra sus fotos, platicamos de México de Venezuela, me da su correo electrónico le doy el mio y quedamos de vernos un dia ya sea en Caracas o en la Ciudad de México.
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