Amor en los tiempos del facebook (Relato I parte II)

Comenzaba a oscurecer y Gisela no llegaba,
le había dicho que le iba a llamar cuando terminara
de visitar a su amiga. Pedro regresó entonces a sus labores,
estaba tratando de entender la relación entre el arte y la ciencia,
 qué vínculos tenían estos dos acercamientos del humano
 a la realidad, dos puntos de vista que hasta la fecha
habían estado separados. ¿Se trataba de dos enfoques
complementarios del fenómeno de la vida? ¿o
los románticos simplemente trataban de relacionar dos cosas que
no tenían porqué estar unidas? Entonces sonó el teléfono,
Gisela ya estaba en camino pero se había perdido y pedía
referencias para llegar. Pedro le dió las indicaciones como pudo,
lo paralizó esa voz  que tenia la textura del viento cuando acaricia
 las dunas del desierto.
Los quince minutos que pasaron para que Gisela tocara la puerta,
 fueron una eternidad que sacudía a Pedro a cada instante,
no encontraba como acomodar ese tiempo entre sus libros,
entre sus reflexiones sobre el arte, entre los juegos de su celular,
en el FB de la computadora, en la Televisión,
en barrer y trapear la sala para que su invitada estuviera más cómoda,
 entre más actividades eran asignadas a ese tiempo,
éste se expandía más y más. Finalmente cuando  Gisela llegó,
solo hubo un intercambio de -Holas-. Pedro no pudo decir nada más,
 se quedó deslumbrado con esos ojos negros y esa silueta de sirena
 que era sin duda mucho más prometedora que la fotografía con
la que antes se había deleitado. El lenguaje del silencio se expreso
 por unos segundos, sus ojos trataron de decirse lo que las palabras
no pudieron. Ella rompió el impasse diciendo
-Y,…, no me vas a invitar a pasar?-
-Claro que si, disculpa-, respondió Pedro.
Entonces ella entró a la casa con una elegancia y seguridad
que parecía que era alabada cada vez que sus pies tocaban el suelo.