El amor en los tiempos del facebook (Relato I parte I)

Pedro había puesto una de sus canciones favoritas en el muro de FB cuando vió que
Gisela entró a su sesión. Al principio no le hizo caso, ella siempre había estado
muy renuente a sus invitaciones, así que no estaba de humor para otro desaire más.
Continuó leyendo las publicaciones del resto de sus contactos de FB cuando vió un mensaje de
 -Hola- es su pantalla. Se trataba de Gisela y aunque lo sorprendió
el mensaje, contestó sin muchas esperanzas -hola-. Comenzaron a platicar y para hacer
un poco más "real" lo virtual de ese medio, Pedro abrió el muro de Gisela, para ver el rostro
de la persona con quien estaba platicando. Gisela había renovado la foto de  su "perfil" y en ella
se desprendía una sensualidad que capturó a Pedro.
-Qué tal el carlor, hee?  Yo ya no aguanto!-
eran los mensajes que en ese momento Gisela le había enviado pero Pedro no contestó, se concentró
en la foto de Gisela.
Esos labios entreabiertos que mostraban al fondo unos dientes blancos, su mirada profuda y coqueta, lo llevaron a flotar.
Comenzó a imaginarse como sería su piel y toda esa geografía fascinante de montañas y valles que prometía la silueta de Gisela.


-Sigues ahi?- -Porque no contestas?- fueron los mensajes de Gisela que hicieron que Pedro regresara a la conversación.
Pedro no plenamente recuperado contestó. -Si aquí estoy- -Perdón, es que mi internet, esta muy lento-

-Te decía que ya no aguanto el calor, esta bárbaro- insistió Gisela. A lo que aun no plenamente conciente Pedro
alcanzó a decir -Te invito unas cervezas para mitigar el calor, que te parece?-.

-Va! Te acepto la invitación- contestó Gisela.

Pedro se quedó viendo por unos segundos el mensaje como si no pudiera descifrar su significado.
-Hola, que pasó, otra vez tu internet?- dijo Gisela, cuando vio que no había respuesta inmediata.

-Wow que bien, que te parece si te invito a mi casa, tengo terracita, podemos ver el atardecer desde ahí.
 Mientras degustamos nuestras cervezas- Dijo pedro.

-Muy bien, pero sabes, llegaré un poco tarde porque quedé de pasar primero con una amiga-
-Te parece, si cuando termina con mi amiga te mando un mensajito-
-Ciao, estamos en contacto-

Una estela de luz se filtraba entre las cortinas de su ventana, y su mirada se perdió en las motas de polvo
 que sobre el haz bailaban. Su mente seguía perdida experimentando la sensación de saber algo que
en cualquier momento desaparecería con la cruda realidad. -Si debe ser un sueño-, pensó, y se fue al baño a lavarse
la cara. Entre la refracción de las gotas que pasaban por sus ojos le preguntaba a su imágen reflejada inversamente,
si era verdad lo que había pasado y sin secarse regresó a su computadora a revizar el historial de su conversación
con Gisela, que en efecto establecía que se verían esa tarde en su casa.