La luna del dia 12 Dic del 2008
http://www.flickr.com/photos/xanadu_photography/3103399087/
La verdad él, nunca se imaginó que, cuando en un atrevimiento le tocó la pantorrilla, el contacto de su mano con esa tersa piel, le revelaría con la evidencia del axioma, que había encontrado al ser para recorrer los placenteros laberintos de la carne. Y es que, en el más osado de sus pensamientos, alimentados por los poemas de Pablo Neruda y las novelas de Henry Miller, lo más que pudo definir fue la parsimonia de un encuentro que poco a poco, le iba a mostrar esa verdad, que ahora se postraba con la intensidad de un delgado rayo de luz, en un fugaz parpadeo del tiempo.
Todo encajaba esa noche, en medio de esa multitud, mientras todos miraban estallar los cuetes en el cielo, la caricia furtiva en la pantorilla debajo del pantalón, los hacía disfrutar aún más del espectáculo. Y el estrépito de la gente, servía de arrullo a la complicidad erótica que ya habían establecido y que era fortalecida con esporádicas miradas y besos tiernos, adolescentes.
Tuvo que ser un embrujo, no hay otra razón. Ella debió realizar conjuros para conocer todas sus fantasías. De otra manera no se entendería como le adivinaba todo, porque cada deseo imaginario de él, ella lo hacía realidad. Y también, de manera independiente, él debió hacer vudu o intercambiar algo por la felicidad, ya que, en cada beso, en cada guiño, en cada detalle, ella vibraba toda. Incluso la frecuencia de su grave voz de pésima dicción, le llegaba como una dulce caricia a su entrepierna.
A veces ella era atrapada por un temor que había adquirido de niña y sentía un gran desamparo que la hacia mirar hacia el horizonte en medio de cavilaciones. Y entonces pensó: "Qué era verdad que la fuerza del miedo pudiera crear las religiones", y enmedio de esa reflexión sintió la mirada que con infinita ternura le explicaba que el mundo esta lleno de retórica, qué el amor no es un papel firmado y que la frase "te amaré para siempre" no era verdadera en un lugar donde la vida no es infinita. Qué desechara esos temores que la sociedad había inventado para fortalecer instituciones, pero que hacían infeliz a la gente por no dejarla vivir de manera plena cada instante. Todo esto se lo decía en voz baja, despacio, como un secreto, hasta acurrucarla en su pecho donde ella se quedaba plácidamente dormida.
El eros destilaba en cada uno de sus poros. Mientras la recorría con su aliento le susurraba un poema de Julio Cortázar "donde lentas e imperiosas geografías iban naciendo de nuestros viajes" y ella se extremecía al sentir el vaho que la acariciaba desde la estratósfera de su piel, y siguiendo el rito del poema se ovillaban y desovillaban en "esa maraña de caricias que nos convertía en un ovillo blanco y negro". Cada encuentro estaba lleno de sorpresas, él claudicaba embrujado de placer ante las coqueterías de ella, ese pequeño detalle que lo enloquecía estaba siempre presente, y ya enloquecido, la llevaba al paraiso, lugar que ella anunciaba con un enorme grito sin importarle el vecindario.
Se amaron en varias ciudades y pueblos, sus corazones latían al encontrarse en lugares para ambos desconocidos, el cariño, la ternura y la complicidad, iban creciendo al mismo rítmo que la pasión y la sofisticación en sus estrategias de seducción.
Sin embargo ella estaba confundida, no entendía porqué las cosas estaban pasando así: vivir tan intensamente, en tan poco tiempo y en una relación que parecía no tener garantías, que podría terminar mañana. ¿Porqué
de manera tan intempestiva había llegado todo?, pensaba. Y lo único en que terminaba su pensamiento, en ese ir y venir de reflexiones, en medio de esa angustia por encontrar explicación, era entender qué la había llevado hasta ahí, en precisar el momento en que surgió la chispa que originó el incendio de pasión que seguía creciendo en el infinito bosque de sus más profundos deseos.
Tanta emoción arrebatada le daba miedo, y sobre todo, le daba miedo, seguir dejándose llevar por el caudal que ese ser representaba, ese ser que desconoce el mañana por temor a perderse el presente; cuando todos, absolutamente todos, necesitamos creer que nos aguarda un futuro. !No pudo más! Y entonces, el dia 12 del último mes, cuando la luna estuviera más cerca de la tierra y mostrará su mayor esplendor y tamaño, fue a consultar a un viejo brujo de la Sierra Madre Occidental, que apoyado en la aproximación de la luna a su perigeo, le aconsejó que se alejara, que pusiera distancia, que desde la cima podría ver hacia donde la llevaba ese caudaloso río.
Entonces ella, para darse un espacio a la reflexión sin el mareo de esa pasión que la vencía, le pidió que dejara de verla con esa intensidad, que ya no le escribiera esas palabras peligrosas que acostumbraba enviarle... El tiempo se detuvo. él miraba con nostalgia el atardecer en medio de los sahuaros, les platicaba sus cosas, les preguntaba como ellos amaban, pedía en los mercados populares recetas de cocina de tradiciones milenarias de mesoamérica buscando que el sabor tuviera respuestas a sus inquietudes, deambulaba por las noches entre gatos trasnochados y para mitigar el dolor de la ausencia de su amada, comenzó el escribir el siguiente relato:
"La verdad él, nunca se imaginó que, cuando en un atrevimiento le tocó la pantorrilla, el contacto de su mano con esa tersa piel, le revelaría con la evidencia del axioma, que había encontrado al ser para recorrer los placenteros laberintos de la carne... "
-jm
Tuesday, December 23, 2008
Wednesday, November 12, 2008
El epitafio de un amor
Foto: Nasa.
Puedes negarme si así lo quieres, decir que fui un sueño, un parpadeo, algo efímero, que fui todos tus deseos acumulados en un instante, una quimera loca, algo extravagante...
Yo, me llevaré el perfume que te cubre, el paraíso que me regalaste entre tus besos, las ansias de tu enchinada piel, tus suspiros, mis anhelos...
Fuimos parte del ocaso de Noviembre, en el que tú y yo nos abrazamos bajo un atardecer, acurrucados por el frio, arropados y perplejos por esa melancólica luna bajo el resplandor de da Vinci.
-jm
Monday, November 03, 2008
La muerte
La muerte es olvidar todo, olvidarse de uno mismo, olvidar que hemos nacido; incluso, olvidar que hemos muerto, olvidar que alguna vez existimos.
-jm
Monday, October 27, 2008
Bajo la lluvia
¿Alguna vez has intentado voltear al cielo y ver como caen las gotas en medio de un enorme aguacero? Mientras escurren por tu cuerpo esas gotas juguetonas que cubren cada uno de tus poros, comienzas a sentir la frescura del universo que te reconoce y te abraza. Entonces te enlazas en contacto directo con tu propia existencia, donde los elementos de la naturaleza te llevan a tus sensaciones más tempranas, las de esa niña que se asombraba de todo y que convierte cada segundo en un espacio infinito, acurrucando la esperanza en medio de una enorme sonrisa.
-jm
Thursday, September 11, 2008
Doblemente Periódico II
Mientras contengo el vértigo que me provoca ver la punta de los robles. Los mismos que ordenaste en una malla discreta, en una formación doblemente ortogonal, de norte a sur; me pregunto: ¿Exite un mapeo local entre ellos? Una danza matemática que los ponga a bailar al ritmo de un viento que cubre el espacio compacto con una métrica? O... el patrón que presentan tus robles, es la obra de una ley general que sintetiza la dinámica con una ecuación diferencial? No lo sé, el vértigo me obliga a ver de manera discreta (al menos en el tiempo), lo que quizás es continuo. Y entonces en ese bosque de robles blancos (porque ¿Son blancos no?) ¿Dónde esta la doble periodicidad? ¿Cuál es la red de dobles periodos?.
Entonces,..., bajo la mirada,..., intento reubicar mis coordenadas, y otro paseo viene a mi memoria con dos preguntas que me asaltan: ¿Cuál es la relación bilineal de Schwartz y Christofel de las formas poligonales en las hojas que crujían bajo las pisadas? y ¿Cómo es que Möbius nos permite ver en el polaris de la esfera de Riemann a los infinitos hasta alcanzarlos? No se trata de una más de las interminables paradojas que el irónico infinito nos reserva? Una broma como la de poder integrar el volumen de una superficie infinita en y=1/x, claro después de x=1.
-jm
Ups! No sé si este escrito va aquí. Pero pues aquí esta!
Entonces,..., bajo la mirada,..., intento reubicar mis coordenadas, y otro paseo viene a mi memoria con dos preguntas que me asaltan: ¿Cuál es la relación bilineal de Schwartz y Christofel de las formas poligonales en las hojas que crujían bajo las pisadas? y ¿Cómo es que Möbius nos permite ver en el polaris de la esfera de Riemann a los infinitos hasta alcanzarlos? No se trata de una más de las interminables paradojas que el irónico infinito nos reserva? Una broma como la de poder integrar el volumen de una superficie infinita en y=1/x, claro después de x=1.
-jm
Ups! No sé si este escrito va aquí. Pero pues aquí esta!
Friday, July 25, 2008
Aquí y ahora
Amores a largo plazo, pocos he tenido. Hasta ahora, el destino me ha deparado encuentros fugaces en lugares insospechados, así que aprendí a amar a plenitud en un instante, sin esperanzas, con mi condena a muerte para ese mismo dia.
-jm
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Wednesday, July 09, 2008
Tyumbulux II
Y entonces, estaba yo frente al caudaloso amigo de mi infancia y por un momento llegue a pensar que de niño lo había sobredimensionado y que no era tan grande como mi memoría lo preservaba, pero me dí cuenta que no!, que el Tyumbulux seguía igual de majestuoso, el problema es que los adultos atrofiamos nuestros sentidos empequeñeciendo todo hasta que dejamos de percibirlo.
-jm
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Sunday, July 06, 2008
Presagio
Desventurados los que divisaron
una muchacha en el metro
y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos...
Oscar Hahn (En una estación del metro)
No voy a insistir, era sencillamente una diosa y como me suele ocurrir en esos casos, no podía verla de frente pues tanta belleza me da vértigo, así que mientras fingía continuar con mi lectura; admiraba de reojo a ese ser, que la divina coincidencia había enviado, para el placer de los fieles viajeros del gusano anaranjado que atraviesa las entrañas de la ciudad de México. Por si el milagro fuera poco, el encanto decide bajar en mi estación. Entonces, un embrujo me llevó a recorrer calles que me alejaron de mi casa. Tonalá No.45 fue la referencia que me hizo feliz aquella noche. Al siguiente día un temblor desvastó la ciudad de México y desde entonces me cuido de no caer en el hechizo que me hace seguir musas, aunque debo confesar que he estado a punto de causar muchos otros temblores.
-jm
una muchacha en el metro
y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos...
Oscar Hahn (En una estación del metro)
No voy a insistir, era sencillamente una diosa y como me suele ocurrir en esos casos, no podía verla de frente pues tanta belleza me da vértigo, así que mientras fingía continuar con mi lectura; admiraba de reojo a ese ser, que la divina coincidencia había enviado, para el placer de los fieles viajeros del gusano anaranjado que atraviesa las entrañas de la ciudad de México. Por si el milagro fuera poco, el encanto decide bajar en mi estación. Entonces, un embrujo me llevó a recorrer calles que me alejaron de mi casa. Tonalá No.45 fue la referencia que me hizo feliz aquella noche. Al siguiente día un temblor desvastó la ciudad de México y desde entonces me cuido de no caer en el hechizo que me hace seguir musas, aunque debo confesar que he estado a punto de causar muchos otros temblores.
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Amor compartido
Me da pena decirlo, pero así fue. Entre los dos la compartíamos. Para cada quien era una necesidad estar con ella y nadie quería renunciar al poco tiempo de sus encantos. Así que yo la dejaba en un punto clave y él iba por ella y cuando yo la necesitaba simplemente se la pedía. No nos hacía ninguna gracia su frecuente ausencia, pero no había alternativa. Siempre me reproché no tener la mía en esclusiva y evitarme la angustía de que otras manos la tocaran, pero buscar otra en esos momentos era impensable y me resigné a que fuera de ambos. Él solicitaba su amor para anotar nuevos pedidos y yo para escribir este relato. Debo mencionar que la compartíamos de manera muy civilizada a pesar de tanta presión y tantos sinsabores, como el que este momento me está obligando a dejar de escribir porque me esta pidiendo su pluma para darme mi cuenta.
-jm
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Santa María Magdalena
...
Das el placer, oh puta redentora del mundo, y nada pides a cambio sino unas monedas miserables. No exiges ser amada, respetada, atendida, ni imitas a las esposas con los lloriqueos, las reconvenciones y los celos...
Jaime Sabines (Canonicemos a las putas)
Pensarás que es una locura, algo de mal gusto, inmoral, algo aberrante, pero no!, enamorar a una prostituta es uno de los poemas de la vida. A ¨Grecia¨ la conocí en un ¨table-dance¨ cuando hacía un homenaje a un poema de Jaime Sabines. Ella es una hermosa mulata, dueña de mis sueños más profundos. No tocarla con las manos sino con las palabras fue la clave, nos hicímos cómplices de algo más cercano que el contacto de la piel. Me contó su fascinante historia y la cubrí con palabras de esperanza. Ahora tengo en ella a una amiga de noches húmedas, de poesía en medio de su cuerpo.
Das el placer, oh puta redentora del mundo, y nada pides a cambio sino unas monedas miserables. No exiges ser amada, respetada, atendida, ni imitas a las esposas con los lloriqueos, las reconvenciones y los celos...
Jaime Sabines (Canonicemos a las putas)
Pensarás que es una locura, algo de mal gusto, inmoral, algo aberrante, pero no!, enamorar a una prostituta es uno de los poemas de la vida. A ¨Grecia¨ la conocí en un ¨table-dance¨ cuando hacía un homenaje a un poema de Jaime Sabines. Ella es una hermosa mulata, dueña de mis sueños más profundos. No tocarla con las manos sino con las palabras fue la clave, nos hicímos cómplices de algo más cercano que el contacto de la piel. Me contó su fascinante historia y la cubrí con palabras de esperanza. Ahora tengo en ella a una amiga de noches húmedas, de poesía en medio de su cuerpo.
La Salsa
No hay forma de negarlo, la salsa es el Jazz de la sensualidad. El mágico momento de hacer el amor sin tocarse, el momento de la cadencia del ritmo y la provocación, de la seductora silueta que va y viene con los destellos de la luz, del torbellino de esas vueltas que te hacen flotar, de la evidencia que te exige el atrevimiento, de la ilusión en las sutiles promesas que se podrían cumplir, de la textura de esa cintura que se resbala entre las ganas, del embriagante encanto de la música convertida en movimiento.
(Veracruz, Ver.)
-jm
(Veracruz, Ver.)
-jm
Friday, May 23, 2008
I bijlel XTyumbulux (Rumbo al Tyumbulux)
Cada vez nos internamos más en la Selva. Cada recorrido tiene una misión: comer piñas hasta el escaldo, saborear las pomarrosas, oir aullar los monos zaraguatos, cortar zapotes, comer guanábanas, cosechar anonas, disfrutar carambolos, engullir moras, masticar cocoyochtles, torear Cebús, o pescar camarones en el río. Pero sin duda nuestra misión principal es ir a nadar. Frecuentemente nos ¨hacemos la pinta¨ de la escuela para ir a sentir la fresca agua de los ríos que rodean a Tila Chiapas. Hace poco que llegamos a vivir a Tila y ya sabemos que los ríos son nuestros aliados. Este secreto nos fue revelado por el río ¨grande¨ que crecido y lleno de energía después de una lluvia torrencial, nos permitió atravesarlo a puro manoteo. Este río, que perfectamente tenía presente que no sabíamos nadar, se apiadó al ver nuestras caras de angustia, porque no podíamos volver a casa cuando el sol amenazaba con dejarnos entre el frío, la penumbra y las voces nocturnas de la selva. Después de esto estamos convencidos de tener la libertad de nadar por el río de la misma manera como andamos por la accidentadas veredas de la montaña. Héctor y Oscar mis hermanos, han llevado esto al extremo de proponer que podemos escalar las pequeñas cascadas de los riachuelos, así que mientras intentamos alcanzar la cima hemos aprendido a tomar aire de las burbujas mientras nuestros cuerpos son azotados por chorros asfixiantes de agua. ¨Chember¨ nuestro amigo y guía ha transformado nuestro manoteo en una mejor técnica de nado, así que imitando lo que él hace, hemos aprendido a desplazarnos más rápido, a bucear y a durar más tiempo debajo del agua. Al Tyumbulux lo conocimos tiempo después, sus claras aguas y su imponente profundidad nos deja perplejos. Además de su propia majestuosidad, un aire de magia lo envuelve, la espesa selva que lo guarda como un secreto y los seres mágicos que se aparecen por sus alrededores. Hemos llegado a amar al Tyumbulux y hoy es día de fiesta porque vamos a ir a visitarlo. Quedamos de vernos a las 10 AM, ¨Chember¨ pasará por la escuela primaria ¨Edgar Robledo Santiago¨ y enfrente de mi salón de tercer grado me dará la señal, misma que comunicaré a mi hermano Oscar que va en primer año y a Héctor en el quinto grado. Llevamos hora y media de caminata rumbo al Tyumbulux, lo que nos sirve de preámbulo para aumentar las ganas de arroparnos en sus aguas. Y cuando finalmente ya vamos acercándonos, comienza a hablarnos con su ronca voz y nos indica que vereda de la selva hay que seguir. Entre más nos acercamos, más fuerte es su presencia, hasta que sabemos que estamos frente a él por su estruendosa voz que abarca todo, y entonces lo vemos aparecer entre los pequeños huecos de ese manto verde que lo oculta y lo protege. Por un momento nos quedamos quietos admirándolo, siempre es impresionante escuchar la furia con que recorre la selva. Estando ahí, me dispongo a echarme un clavado para tratar de llegar lo más hondo a sus entrañas, nunca he logrado ver su final. Una vez que me sumerjo comienzo a escuchar su sórdida voz que cada vez cubre más los ruidos del exterior hasta apagarlos. El tiempo se detiene, los movimientos lentos dentro del agua y la materia acuática en que estoy envuelto me transportan a otro sitio, entonces como imágenes en ráfagas, me veo dejando a Tila con mi familia, internándome en minas abandonadas en Concepción del Oro en el semidesierto Zacatecano, tomando clases de ciencias naturales en una secundaria en Jalpa en el Cañón de Juchipila, viviendo en la "Quinta Restaumex" en Saltillo donde curso la prepa, enamorando a una bella joven con poemas de Neruda, me veo en la Universidad en la Ciudad de México estudiando matemáticas y asistiendo a marchas para reclamar la educación gratuita, trabajando enfrente a una computadora, dando clases y escribiendo artículos para revistas especializadas, me veo viajando a Tila en el futuro, anonadado de cómo ha cambiado el pueblo y la gente que conozco, conmovido de que a pesar de los años no nos hemos borrado de la memoria y que nos reconocemos cómplices de un tiempo y un espacio, me veo visitando la casa donde vivo, la casa de mis amigos, a Lalo, a Moises y a Neyzer, visitando la iglesia y al señor de Tila, a Don Lalo y a Doña Yola, a mi escuela, al panteón, subiendo el cerro de las cruz, me veo 35 años más viejo caminando hacia el Tyumbulux y grabando el recorrido con una video-cámara, me veo sumergido en el Tyumbulux y... ya no puedo más, me dirijo hacia la superficie buscando escapar de esa fantasía, me urge tomar aire y volver a la realidad, no puedo esperar más para platicarle a mis hermanos y a ¨Chember¨ la broma que me ha jugado el Tyumbulux, el regreso me parece eterno y cuando al fin emerjo en medio de los cantos de la selva, volteo desesperado hacia todos lados, pero no veo a nadie, solamente distingo en la orilla del río a mi ropa y a una cámara de video.
-jm
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Tuesday, April 29, 2008
Misterio
La danza de las palabras comienza y durante su baile se forman las frases. ¿Cuál de ellas me dirá quien eres y cómo eres? ¿En que esdrújula o pronombre viene la clave de tu identidad? El misterio me abraza y me excita, mientras tanto busco las formas de tus ideas en los inumerables patrones de la escritura. Me das otra pista, puedo escuchar tu voz y ahora tengo el sonido como cómplice, pero no es suficiente. Sin embargo, mientras lees esto, ya tengo tu apariencia física y el misterio se disipa a través de tu mirada...
-jm
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Friday, April 11, 2008
Cormac McCarthy
¿En que difiere el nunca será del nunca fue?
Cormac McCarthy, La carretera.
A través de la ventanilla del ¨Shuttle¨ iba admirando los colores ocres del desierto de Nuevo México. Sus grandes extensiones de cielo donde cada minuto se ven estelas de humo que los ¨jets¨ dejan como gises en ese gran pizarrón azul. Mientras nos acercábamos a la ciudad de Santa Fe comencé a reconocer los bosques de pinos-piñoneros, pinos chaparritos que rivalizan con los Alamos por darle un tono verde al semidesierto. Había salido de mi casa en la ciudad de México a las 5 de la mañana y estaba arribando al Instituto de Santa Fe a las 5:30 de la tarde. Al ingresar al Instituto lo primero que encontré fueron los ojos negros y alegres de Patrisia, quién gritó mi nombre y acudió a mi encuentro.
¿Vas llegando de México? ¿Ya comiste? Dejame decirle al Dr. Fuentes que ya estas aquí y mientras llega voy a la cocina a traerte algo de comer. -me dice
Estoy emocionado por la amabilidad de Patrisia y de que me haya tocado el mismo cubículo de mi estancia anterior, un cubículo con una bella vista hacia el valle donde al final y en medio de la bruma, se presume están Los Alamos, ciudad que sólo confirma su posición durante las noches.
Antes de conocerlo, Della ya me había comentado que esta vez en Santa Fe se encontraba un gran escritor que acababa de ganar el premio Pulitzer. No fui conciente del hecho, era tan lejano para mi pensar en literatura en medio del ambiente de Santa Fe, en donde mi cabeza daba vueltas en decidir la generación adecuada para emular condiciones triangulares en la frontera. Por esta razón, no reparé mucho en la noticia, actitud fortalecida por mi ignorancia en la literatura en lengua inglesa y por lo que representaba el premio Pulitzer.
Cuando lo ví supe que se trataba de él, se encontraba en la biblioteca tecleando en una máquina de escribir Olivetti. Como forma de saludo elogié su máquina con una frase de inglés de secundaria ¨It is a nice Machine¨, frase que tuvo como respuesta una sonrisa divertida y complaciente.
Cuando mis amigos me insisten en que les de detalles de mi encuentro con Cormarc McCarthy, me dan ganas de mentir, de contarles sobre nuestras estimulantes discusiones sobre el país de enmedio, sobre las ciudades de nadie, de cómo ha evolucionado la región fronteriza, de que fue lo que lo llevó a crear sus historias inspirado en la región que divide a México de los EU; pero no lo hago y me quedo pensando en el destiempo, en lo enriquecedor que hubiera sido haber conocido la obra de McCarthy antes de encontrarlo, en mi delirante ignorancia.
Ahora que me estoy deleitando leyendo su obra, y que comienzo a coleccionar las preguntas del destiempo, cada vez que surge una nueva inquietud me concentro en ella, porque tengo la seguridad de que cuando repienso la pregunta, a él le zumban los oidos, y comienza a pensar en la respuesta...
-jm
Cormac McCarthy, La carretera.
A través de la ventanilla del ¨Shuttle¨ iba admirando los colores ocres del desierto de Nuevo México. Sus grandes extensiones de cielo donde cada minuto se ven estelas de humo que los ¨jets¨ dejan como gises en ese gran pizarrón azul. Mientras nos acercábamos a la ciudad de Santa Fe comencé a reconocer los bosques de pinos-piñoneros, pinos chaparritos que rivalizan con los Alamos por darle un tono verde al semidesierto. Había salido de mi casa en la ciudad de México a las 5 de la mañana y estaba arribando al Instituto de Santa Fe a las 5:30 de la tarde. Al ingresar al Instituto lo primero que encontré fueron los ojos negros y alegres de Patrisia, quién gritó mi nombre y acudió a mi encuentro.
¿Vas llegando de México? ¿Ya comiste? Dejame decirle al Dr. Fuentes que ya estas aquí y mientras llega voy a la cocina a traerte algo de comer. -me dice
Estoy emocionado por la amabilidad de Patrisia y de que me haya tocado el mismo cubículo de mi estancia anterior, un cubículo con una bella vista hacia el valle donde al final y en medio de la bruma, se presume están Los Alamos, ciudad que sólo confirma su posición durante las noches.
Antes de conocerlo, Della ya me había comentado que esta vez en Santa Fe se encontraba un gran escritor que acababa de ganar el premio Pulitzer. No fui conciente del hecho, era tan lejano para mi pensar en literatura en medio del ambiente de Santa Fe, en donde mi cabeza daba vueltas en decidir la generación adecuada para emular condiciones triangulares en la frontera. Por esta razón, no reparé mucho en la noticia, actitud fortalecida por mi ignorancia en la literatura en lengua inglesa y por lo que representaba el premio Pulitzer.
Cuando lo ví supe que se trataba de él, se encontraba en la biblioteca tecleando en una máquina de escribir Olivetti. Como forma de saludo elogié su máquina con una frase de inglés de secundaria ¨It is a nice Machine¨, frase que tuvo como respuesta una sonrisa divertida y complaciente.
Cuando mis amigos me insisten en que les de detalles de mi encuentro con Cormarc McCarthy, me dan ganas de mentir, de contarles sobre nuestras estimulantes discusiones sobre el país de enmedio, sobre las ciudades de nadie, de cómo ha evolucionado la región fronteriza, de que fue lo que lo llevó a crear sus historias inspirado en la región que divide a México de los EU; pero no lo hago y me quedo pensando en el destiempo, en lo enriquecedor que hubiera sido haber conocido la obra de McCarthy antes de encontrarlo, en mi delirante ignorancia.
Ahora que me estoy deleitando leyendo su obra, y que comienzo a coleccionar las preguntas del destiempo, cada vez que surge una nueva inquietud me concentro en ella, porque tengo la seguridad de que cuando repienso la pregunta, a él le zumban los oidos, y comienza a pensar en la respuesta...
-jm
Friday, March 21, 2008
Aura
Vi al Poeta Maldito. ¿Lo recuerdas? Fue la época de la Colonia Escandón, cuando en compañía de un Ron realizabamos tertulias literarias y ya posesionados por la lectura y el alcohol, salíamos a la calle en busca de la famosa casa que comenta Fuentes en Aura; o caminabamos por donde creiamos habia deambulado Tina Modotti, o nos confesabamos nuestras ganas de ser poetas y conquistar mujeres. Porque, ¿Para que más puede servir la poesia no? Si no, para atraer a las bellas mujeres.
Cómo recuerdo esa caminata interminable, mientras ibamos y veníamos leyendo la caótica enumeración de la ciudad de México, sin encontrar la casa donde se desarrolla la novela. Después de buscar por dos horas comenzamos a pensar que al fin y al cabo la casa podía ser parte de la ficción que es permitida en una novela, así que decidimos ir a menguar el cansancio con unas "chelitas" en "el desnivel" y mientras debatíamos que la casa de Aura no podia ser ficción aunque tuviera el permiso de serlo, se apareció una bella veracruzana, una diosa despampanante que nos dejó sin aliento, y ya nadie pudo comentar nada, nos quedamos inmóviles admirando esa escultura, como cuando admiras un colibrí y no te mueves para no espantarlo, esperando que el tiempo se prolonge para siempre.
-jm
Cómo recuerdo esa caminata interminable, mientras ibamos y veníamos leyendo la caótica enumeración de la ciudad de México, sin encontrar la casa donde se desarrolla la novela. Después de buscar por dos horas comenzamos a pensar que al fin y al cabo la casa podía ser parte de la ficción que es permitida en una novela, así que decidimos ir a menguar el cansancio con unas "chelitas" en "el desnivel" y mientras debatíamos que la casa de Aura no podia ser ficción aunque tuviera el permiso de serlo, se apareció una bella veracruzana, una diosa despampanante que nos dejó sin aliento, y ya nadie pudo comentar nada, nos quedamos inmóviles admirando esa escultura, como cuando admiras un colibrí y no te mueves para no espantarlo, esperando que el tiempo se prolonge para siempre.
-jm
Monday, February 18, 2008
Matemáticas vs Literatura
Remitente: Juan Manuel Bonilla Soto
Destinatario: José Manuel Gómez Soto
La palabra Cachivache, para mi representa más una connotación materna que una precisión semántica. Y es que al encontrarla como nombre de tu blog, mi nostalgia opera regresiones de milagro: la geografía y el tiempo conspiran de tal manera que me veo, literalmente me veo, con pantalones cortos, zapatos borceguí, camisa blanca con ribetes de un rojo infantil que no he olvidado y un gato decorando la escenografía visible de mi tórax a los cuatro o cinco años.
Sí, mi diverso, cibericonoclasta, plural y en apariencia caótico poeta oculto en alguna derivación de esas ecuaciones que inventa en sus mundos de juguete con el insano propósito de mimetizar sus aquelarres sanguíneamente lorquianos, pero, ¿qué se puede esperar, si no, del abrevante matemático en los caudales de Saffo y de Kavafis?
No se haga, poeta embozado, declare públicamente el triunfo de Homero sobre Pitágoras, de la metáfora y las certezas “cuénticas” sobre las especulaciones cuánticas y las Tablas Matemáticas, ¡Muera nuevamente Arquímedes Caballero!
Si, mi literal semejante en quehaceres solitarios, me da gusto encontrar en Cachivache la indeclinable tentación que tiene usted para registrar lo cotidiano mediante crónicas inmediatas en cualquier cuadrante del Plano Cartesiano, es una fiesta conocer mediante sus ojos y el recuerdo de su mont blanc, la Alambra, Río de Janeiro y Medellín, sin omitir las tentaciones que deambulas por ahí.
También es una celebración ver lo que usted vio y que comparte mediante su cámara, con esa misma con la que pretende adentrarse en los misterios del Equilibrio y que ratifico mi indisposición a conceder. Pero además de la soberbia visual que nos transmite, también hay un gesto de humildad al compartir el espacio gráfico con imágenes de otros. El registro generoso de la anécdota, el desafío visual al amparo de su Reflex mutan en una geografía tangible, una geografía más que física o política, en una geografía verbal que en su magnitud es tan diversa como las otras.
Respecto a la descripción de Medellín a partir de sus mujeres, esas diosas que vienen a dar cátedra de ritmo y la naciente religión por la gordura creado por Botero, quiero decir respecto a la nota del 18 de julio que me impresionó ese caballo, supongo que de Fernando, en el que el rechoncho cuadrúpedo quiere amparar la infancia en medio de sus cuartos delanteros mientras se recrea más que nosotros (cuestión de perspectiva, claro) en el frondoso misterio que sugiere la corsetería de esa diva en Medellín que debe ser la madre del chamaco y sería injusto reducirla a “poca madre”.
De lo que no hay duda, es que si yo la tuviera al alcance de mi lujuria escudriñaría debajo de sus encajes y juro que mi virilidad, otra vez, dejaría constancia de su apetencia internacional, acentuada por las caribeñas.
Confiese, poeta embozado, confiese. Mientras, síganos amparando con su vocación adyacente por la metáfora y no se escape por tangentes numéricas menos tangibles que la piel.
- Juan Manuel Bonilla Soto
Remitente: José Manuel Gómez Soto
Destinatario: Juan Manuel Bonilla Soto
¨Arquimides seguirá siendo recordado cuando el mundo haya olvidado a Esquilo, porque las lenguas mueren y las ideas matemáticas no. Puede que ¨inmortalidad¨ sea una palabra absurda, pero quizás un matemático tenga más probabilidades que nadie de aproximarse a su posible significado.¨
A estas palabras de G.H. Hardy en ¨Apología de un Matemático¨ habría que agregar que la matemática es poesía pura en un lenguaje preciso y austero, hecho para invocar la emoción del roce tangencial con la parábola. Si, mi poeta, usted que surgió entre los jales Fresnillenses siguiendo los pasos de Velarde, debió maravillarse con los patrones-fractales en que se acurrucan esas dunas-minerales.
Cada concepto matemático esta lleno de imágenes y metáforas, desde los contundentes axiomas que no necesitan demostración alguna, hasta los teoremas que claman su rescate del anónimato de ser un candidato a la verdad, ni hablar ya de las conjeturas que como ánimas persiguen matemáticos, implorando sus servicios lógicos para poder descanzar en paz.
Para mí es un honor que un prometedor hijo de Rulfo, me invite a expresar ideas en el lenguaje de las sensaciones, en ese mundo cuya complejidad es imposible atrapar con la simbología de la precisión, éste requiere de armas más sutiles, llenas de espasmos y sobresaltos, de alientos entrecortados cuando nos topamos con escotes y miradas de féminas.
No somos más que gatos desolados en busca de la sensación efímera, y bajo el maullido cómplice corremos hacia el encuentro de algo, desesperados le robamos a Neruda la metáfora, le imploramos a Borges la magia de las palabras, sumamos series armónicas, y no sumergimos en la misteriosa distribución de los números primos, esos seres infinitos que se burlan del orden.
Le agradezco en verdad su invitación, a pesar de mi primitivo uso del lenguaje, seguiré su consejo sin dejar de coquetear con la Dama de las relaciones y de los patrones, y sin dejar de insistir en plasmar en cintas de plata, la belleza del equilibrio que usted no regaló con sus palabras.
Fraternalmente
-José Manuel Gómez Soto
Destinatario: José Manuel Gómez Soto
La palabra Cachivache, para mi representa más una connotación materna que una precisión semántica. Y es que al encontrarla como nombre de tu blog, mi nostalgia opera regresiones de milagro: la geografía y el tiempo conspiran de tal manera que me veo, literalmente me veo, con pantalones cortos, zapatos borceguí, camisa blanca con ribetes de un rojo infantil que no he olvidado y un gato decorando la escenografía visible de mi tórax a los cuatro o cinco años.
Sí, mi diverso, cibericonoclasta, plural y en apariencia caótico poeta oculto en alguna derivación de esas ecuaciones que inventa en sus mundos de juguete con el insano propósito de mimetizar sus aquelarres sanguíneamente lorquianos, pero, ¿qué se puede esperar, si no, del abrevante matemático en los caudales de Saffo y de Kavafis?
No se haga, poeta embozado, declare públicamente el triunfo de Homero sobre Pitágoras, de la metáfora y las certezas “cuénticas” sobre las especulaciones cuánticas y las Tablas Matemáticas, ¡Muera nuevamente Arquímedes Caballero!
Si, mi literal semejante en quehaceres solitarios, me da gusto encontrar en Cachivache la indeclinable tentación que tiene usted para registrar lo cotidiano mediante crónicas inmediatas en cualquier cuadrante del Plano Cartesiano, es una fiesta conocer mediante sus ojos y el recuerdo de su mont blanc, la Alambra, Río de Janeiro y Medellín, sin omitir las tentaciones que deambulas por ahí.
También es una celebración ver lo que usted vio y que comparte mediante su cámara, con esa misma con la que pretende adentrarse en los misterios del Equilibrio y que ratifico mi indisposición a conceder. Pero además de la soberbia visual que nos transmite, también hay un gesto de humildad al compartir el espacio gráfico con imágenes de otros. El registro generoso de la anécdota, el desafío visual al amparo de su Reflex mutan en una geografía tangible, una geografía más que física o política, en una geografía verbal que en su magnitud es tan diversa como las otras.
Respecto a la descripción de Medellín a partir de sus mujeres, esas diosas que vienen a dar cátedra de ritmo y la naciente religión por la gordura creado por Botero, quiero decir respecto a la nota del 18 de julio que me impresionó ese caballo, supongo que de Fernando, en el que el rechoncho cuadrúpedo quiere amparar la infancia en medio de sus cuartos delanteros mientras se recrea más que nosotros (cuestión de perspectiva, claro) en el frondoso misterio que sugiere la corsetería de esa diva en Medellín que debe ser la madre del chamaco y sería injusto reducirla a “poca madre”.
De lo que no hay duda, es que si yo la tuviera al alcance de mi lujuria escudriñaría debajo de sus encajes y juro que mi virilidad, otra vez, dejaría constancia de su apetencia internacional, acentuada por las caribeñas.
Confiese, poeta embozado, confiese. Mientras, síganos amparando con su vocación adyacente por la metáfora y no se escape por tangentes numéricas menos tangibles que la piel.
- Juan Manuel Bonilla Soto
Remitente: José Manuel Gómez Soto
Destinatario: Juan Manuel Bonilla Soto
¨Arquimides seguirá siendo recordado cuando el mundo haya olvidado a Esquilo, porque las lenguas mueren y las ideas matemáticas no. Puede que ¨inmortalidad¨ sea una palabra absurda, pero quizás un matemático tenga más probabilidades que nadie de aproximarse a su posible significado.¨
A estas palabras de G.H. Hardy en ¨Apología de un Matemático¨ habría que agregar que la matemática es poesía pura en un lenguaje preciso y austero, hecho para invocar la emoción del roce tangencial con la parábola. Si, mi poeta, usted que surgió entre los jales Fresnillenses siguiendo los pasos de Velarde, debió maravillarse con los patrones-fractales en que se acurrucan esas dunas-minerales.
Cada concepto matemático esta lleno de imágenes y metáforas, desde los contundentes axiomas que no necesitan demostración alguna, hasta los teoremas que claman su rescate del anónimato de ser un candidato a la verdad, ni hablar ya de las conjeturas que como ánimas persiguen matemáticos, implorando sus servicios lógicos para poder descanzar en paz.
Para mí es un honor que un prometedor hijo de Rulfo, me invite a expresar ideas en el lenguaje de las sensaciones, en ese mundo cuya complejidad es imposible atrapar con la simbología de la precisión, éste requiere de armas más sutiles, llenas de espasmos y sobresaltos, de alientos entrecortados cuando nos topamos con escotes y miradas de féminas.
No somos más que gatos desolados en busca de la sensación efímera, y bajo el maullido cómplice corremos hacia el encuentro de algo, desesperados le robamos a Neruda la metáfora, le imploramos a Borges la magia de las palabras, sumamos series armónicas, y no sumergimos en la misteriosa distribución de los números primos, esos seres infinitos que se burlan del orden.
Le agradezco en verdad su invitación, a pesar de mi primitivo uso del lenguaje, seguiré su consejo sin dejar de coquetear con la Dama de las relaciones y de los patrones, y sin dejar de insistir en plasmar en cintas de plata, la belleza del equilibrio que usted no regaló con sus palabras.
Fraternalmente
-José Manuel Gómez Soto
Sunday, February 17, 2008
Amiga virtual
Te estoy esperando y mientras tanto, acudo a la invocación del ¨blog¨, llevo dias que no leo tus pensamientos y ya te extraño. Imploro la aparición en tiempo real de la coreografía del baile de las letras, esos símbolos enganchados que me dan luces sobre tu identidad y sentimientos
Supongo que debes estar ausente, porque tu virtualidad tiene el atributo de la desaparición sin protocolos, simplemente no estás, porque para ciertos estándares nunca has existido, y a lo que llamo nuestra cercanía se debe solo a mi imaginación, al esotérico afán de formar un ser compuesto por frases y palabras.
No lo creeras pero ya tengo tu voz, en ella escucho el canto de una sirena digital, de un ser que aprovecha el anonimato de ¨internet¨ para encantar a cibernautas, ¿sabes? tu timbre tiene la frecuencia del sonido del agua, y esa curvatura acústica con que acentúas ciertas frases tienen una proporción de belleza con una simetría que aun no logro comprender.
No puedo sintetizar el placer que esta cofradía digital me ofrece, y aunque me marea el acertijo
de tu metamorfosis, y me pierdo en el laberinto al que me empujas, te sigo construyendo a mi manera desafiando como eres en tu universo paralelo.
-jm
Supongo que debes estar ausente, porque tu virtualidad tiene el atributo de la desaparición sin protocolos, simplemente no estás, porque para ciertos estándares nunca has existido, y a lo que llamo nuestra cercanía se debe solo a mi imaginación, al esotérico afán de formar un ser compuesto por frases y palabras.
No lo creeras pero ya tengo tu voz, en ella escucho el canto de una sirena digital, de un ser que aprovecha el anonimato de ¨internet¨ para encantar a cibernautas, ¿sabes? tu timbre tiene la frecuencia del sonido del agua, y esa curvatura acústica con que acentúas ciertas frases tienen una proporción de belleza con una simetría que aun no logro comprender.
No puedo sintetizar el placer que esta cofradía digital me ofrece, y aunque me marea el acertijo
de tu metamorfosis, y me pierdo en el laberinto al que me empujas, te sigo construyendo a mi manera desafiando como eres en tu universo paralelo.
-jm
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