Recuerdo la forma en que tu cigarrillo se iba extinguiendo en el cenicero, enviando al aire la voluta con melancolía por haber perdido tu boca. Mientras yo te besaba el cuello y te ofrecía la luna para que me cedieras un paseo por ese territorio lleno de tentaciones. Estaba dispuesto a comerte a besos sin darte tregua, a confirmarte que habías acertado en dejar ese cigarro sin terminar, a cambio de mis caricias.
-jm
(Ideas para el proyecto ¨Mujer, humo y erotismo¨-6-)
No comments:
Post a Comment